Las críticas siempre van a rondar a cualquier persona, ya sea que emprenda, piense distinto o crea en algo distinto a uno. Muchas veces la tolerancia a ello debe ser pieza fundamental en ello, pero, la mayoría prefiere criticar ya que es más fácil ello, siempre llevan palabras más destructivas que constructivas.
El emprendedor debe siempre mirar con alturas, ya que simplemente debe pensar en su interior, de quien vienen esas palabras, como por ejemplo que ha hecho o están haciendo.
El cuidado está en mantenerse enfocado en lo que se está realizando y motivado a la vez, y que parte de ese “comentario” o critica lo puedo tomar con valor para poder mejorar mi producto o servicio, ya que ellas pueden transformarse en información para una retroalimentación de lo que estoy haciendo, ya que ella debemos utilizarla como estrategia competitiva.
La idea es también como emprendedor, no estar siempre a la defensiva de lo que escuche o me digan con las críticas y tampoco rechazar todo a la primera, siempre es preferible escuchar primero y luego “masticar” para poder procesar dicha información.
Constantemente debo planificar y controlar lo que estoy haciendo, para poder aplicar los correctivos que se necesitan para ello, ya que esto es una constante para poder minimizar la incertidumbre de lo que pueda venir más adelante y poder hacer frente a situaciones complicadas o complejas.
La crítica debe mantenerte en movimiento y a la vez motivado ya que ello significa que estás produciendo “ruido” con lo que haces y ello está poniendo interés en las personas. Recordemos que al emprenderlas primeras críticas vienen de nuestro alrededor más próximo (familiares, amigos, etc.).
No olvidemos que el emprender es una gran aventura, llena de emociones, peligros y riesgos.
«Cuando a las gentes les faltan músculos en los brazos, les sobran en la lengua». Miguel Delibes.